Esperado desde hace varios meses, el Google Pixel 6 es el digno sustituto de los anteriores fotófonos gracias al nuevo procesador, el Tensor. Lanzado a finales del año pasado, ¿el Google Pixel 6 sigue justificando su condición de líder del mercado? Eso es lo que veremos en esta prueba.
Google ha creado el evento a finales de 2021 con nada menos que dos nuevos smartphones, entre ellos el Google Pixel 6. El gigante estadounidense pretende sacudir un mercado ultracompetitivo dominado en gran medida por Apple y Samsung. Para ello, Google ha invertido en un diseño innovador y cuidado. Además, cuenta con un nuevo chip de última generación llamado Tensor. El Google Pixel 6 forma parte de la gran estirpe de los fotófonos. Este modelo no es una excepción, con una calidad fotográfica a la altura de las expectativas. En Francia, el modelo existe en dos configuraciones, el Pixel 6 y el Pixel 6 Pro. Se ofrece a un precio a partir de 649 euros. Todas las versiones incluyen ahora la tecnología 5g. El modelo está bien posicionado frente a competidores más caros como el Xiaomi 11T pro o el Asus Zenfone 8.
El Pixel 6 crea una verdadera ruptura con el diseño de los modelos anteriores. El bloque de la cámara integrada es más imponente, lo que lo hace más grueso. Esto no sólo tiene desventajas, ya que permite que se mantenga sola, al estilo de un trípode, cuando se coloca en una superficie plana. El lector de huellas dactilares, que en los modelos anteriores estaba situado en la parte trasera del teléfono, está ahora integrado bajo la pantalla. Los contornos del smartphone son de aluminio y albergan las teclas de volumen y el botón de desbloqueo a la derecha. En el lado izquierdo está la ranura para la tarjeta SIM. Sorprendentemente, no hay ranura microSD en el teléfono. En la parte delantera, la pantalla es más grande, ahora mide 6,4 pulgadas en diagonal. Sin embargo, lamentamos la presencia de bordes negros. Como se puede ver, el modelo ha ganado en volumen e inevitablemente en peso con precisamente 207 gramos.
El Pixel 6 tiene una pantalla grande, al igual que el Pixel 5 cuando salió al mercado. Aunque es más grande que su predecesor, la tecnología de la pantalla sigue siendo la misma, con una resolución de pantalla de 2400 x 1080 píxeles y una tasa de refresco de 90 Hz.
Es una pena, sin embargo, que el brillo máximo sea relativamente bajo, sobre todo porque el Pixel 5 se comportó mucho mejor en este aspecto.
La calidad de sonido del Pixel 6 no es su punto fuerte, pero sigue siendo muy honorable. De hecho, los dos altavoces integrados ofrecen un buen sonido, en gran medida suficiente para satisfacer sus expectativas cuando se lanza un vídeo o música. Además, el fabricante estadounidense ha hecho deliberadamente que La Cruz esté en la toma minijack de 3,5 mm. Una elección que no es realmente sorprendente dado el dominio del USB-C. Además, Google proporciona un par de auriculares USB-C con el dispositivo.
A diferencia del Pixel 5, Google ha optado por no equipar sus modelos con el famoso Qualcomm. En su reemplazo, el gigante estadounidense opta por una solución interna ofreciendo su propio chip, el Google Tensor. Esta atrevida elección permite al fabricante controlar todo el proceso de aprendizaje desarrollado en los últimos años. En efecto, gracias a Tensor, Google podrá continuar con el desarrollo de su inteligencia artificial, sobre todo en la rama fotográfica de sus dispositivos móviles. Pero esto no justifica todo. El procesador muestra excelentes resultados y es muy potente en su uso. Según diversas pruebas realizadas por organismos especializados, es sencillamente el segundo mejor procesador de los smartphones Android. El primer puesto sigue siendo propiedad del Zenfone 8 de Asus. De hecho, en el modo de alto rendimiento, este procesador rinde más.
El Pixel 5 ya había dado un verdadero salto en cuanto a la duración de la batería, con una duración mucho mayor que la de los modelos anteriores. Pero contra todo pronóstico, el Pixel 6 no lo hace mejor, e incluso peor. Durante nuestra prueba, la batería del Google Pixel 6 duró algo menos de 17 horas, frente a las casi 19 horas del Pixel 5. Su batería de 4600 mAh es, sin embargo, mayor que la de su predecesor. Esta pérdida de autonomía se debe principalmente a que el Google Tensor se calienta mucho cuando se utiliza. El Pixel 6 acepta una carga máxima de hasta 30W cuando se carga con el bloque de Google. Pero al comprar el Google Pixel 6, no recibirás un bloque de carga como ya hacen Samsung o Apple. Solo recibirás un cable de USB-C a USB-C. Con un bloque de tecnología Power Delivery, el Google Pixel 6 se carga en 2 horas, lo que lo sitúa por debajo de la media del mercado.
El Pixel 6 tiene una cámara principal de 50 megapíxeles y una cámara gran angular de 8 megapíxeles. La versión profesional tiene un sensor ultra gran angular de 12 megapíxeles. Tras probar el Pixel 6 en diferentes ángulos, contextos y entornos, los resultados son excepcionales, a pesar de la ausencia del ultra gran angular que solo se notará en circunstancias especiales. En efecto, esto es necesario en los casos en que se utiliza el modo retrato en la parte delantera para mirar a más de una persona sin que los resultados sean borrosos. La captura de selfies es muy buena y los colores son fieles a la realidad. El modo retrato es tan eficaz como siempre, con un renderizado de calidad. La precisión del zoom óptico es eficaz, aunque con poca luz, a veces se pueden obtener resultados de medio tono. A la luz del día, siempre obtendrá fotos de excelente calidad.
En el uso de vídeo, el Google Pixel 6 filma en 4K a 60 fotogramas por segundo. El módulo principal también cuenta con una nueva característica: la estabilización óptica. También en este caso, el resultado es perfecto. Sin duda, este modelo cumple con las principales expectativas de los clientes de este tipo de teléfonos, es decir, una cámara de calidad.
En resumen, Google ha renovado con éxito su producto estrella. La firma estadounidense sigue justificando su título de líder en el mundo de la fotofonía al ofrecer un potente smartphone. La calidad de las fotos y los vídeos será digna de las mejores cámaras digitales. Por otro lado, el smartphone pierde mucha autonomía por el nuevo procesador propio que se calienta. Además, la pantalla carece de brillo en ciertas condiciones. A pesar de estas pocas deficiencias, sigue siendo una referencia en la materia.